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martes, 22 de enero de 2013

Amarse con arte.

Fueron instantes de placer, recuerdo eterno de existencia. Esculpí las más perfectas formas con mis manos, como si alcanzara el cielo en cada suave caricia que mi piel fundía con su piel. Pinté en su rostro la más bella sonrisa que pudo jamás recorrer su cuerpo hasta llegar a un corazón que latía con el deseo del que quiere ser querido. Construí con nuestros labios el inicio de un amor aún por consumar en la escena más preciosa que dos almas pudieran soñar. Poco a poco la música empezó a sonar, en cada latido, en cada suspiro que nos regalábamos, mientras nuestras miradas se fundían viendo el amor culminar. Amarse con arte, eso debimos pensar, cuando casi sin saberlo encontramos nuestros cuerpos unidos en un solo sentir, el del enamoramiento puro, el de verdad. Aquel que no entiende de mentiras y solo conoce la felicidad.